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El Reglamento de Tierras genera encuentro interdisciplinario

11.11.2014

El Reglamento de Tierras genera encuentro interdisciplinario

Presidente de la República, José Mujica, y ministros de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre y de Educación y Cultura, Ricardo Erlich

A continuación un resumen de las exposiciones de académicos y productores familiares y asalariados rurales.

El documento artiguista es una “verdadera pedagogía de la revolución”, señaló la profesora Ana Frega. La tierra en momentos de la Revolución Artiguista, era unos de los “focos” de disputa por su vinculación al trabajo; por tanto es necesario “entender” que la República se fundó en la relación entre “tierra y producción”, valoró.

En el 1800 en el territorio nacional había “abundancia de tierra y escasez de hombres”, explicó la docente María Inés Moraes. Al mismo tiempo “los derechos individuales sobre los recursos naturales no son únicos ni hegemónicos” en el momento en que se escribe el Reglamento de Tierras.

En el 1900, donde “el país moderno ha sido fundado” el batllismo encuentra dos problemas: el latifundio y las guerras civiles, simplificó Moraes. Ambos situaciones están ligadas dado que los pobladores sin permanencia en un lugar son “proclives a la guerra”, mencionó la docente. El programa agrario, en ese momento histórico, fue conjugar la agricultura con el cambio tecnológico.

Actualmente, según la expositora, los problemas pasan por cómo conciliar el desarrollo con la defensa de los recursos naturales. “Nos preocupa la amenaza, el riesgo y la explotación” de los recursos naturales, finalizó Moraes.

El contexto actual existe una alta “variabilidad en la tenencia de la tierra entre los pequeños” y “permanencia en la pertenencia de los grandes propietarios”, explicó el investigador, Diego Piñeiro. Entre 1961 y el 2011 solo la mitad de los pequeños propietarios siguen siendo tenedores de este recurso.

Si se analiza la distribución de la tierra según el tipo de establecimiento el 82% son familiares mientras que el 18% son empresariales, que ocupan en superficie un 24% y un 76%, respectivamente; por tanto “la distribución de la tierra en Uruguay es desigual” concluyó el investigador. La extrangerización de la tierra también es un factor relevante, en el 2000 el 90% de los propietarios eran uruguayos y en 2011 solo el 54%, detalló el académico.

Producción y acceso a la tierra

“Cuantos viejos dirigentes del '40 o '50 hubieran querido ver esto” reflexionó César Rodríguez, representante de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA); con relación al empredimiento del que es parte, Colonia Arerungúa, que se desarrolla en tierras del INC.

Los trabajadores rurales “queremos vivir en una cultura distinta”, si bien el “nudo” cultural a nivel rural es “lento” y “continuo” también “sorprenden los colectivos de personas, de paisanos, que van incorporando nuevas formas de trabajo”, valoró Rodríguez. La búsqueda de mejorar la calidad de vida así como agregar valor a la producción “está generando conciencia de que todos necesitamos de todos”, explicó el dirigente.

Por su parte, Eduardo Viera, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), enfatizó que la tierra ha sido un tema “históricamente” importante. El Reglamento de Tierras buscó “premiar” a los que apoyaron la Revolución Artiguista y “castigar” a los que no lo hicieron, al mismo tiempo “crear una clase media rural” a través de “ordenar y dar seguridad” al hacendado, mencionó el dirigente de ANPL.

El 70% de los productores lecheros son familiares y un 50% debe arrendar el predio donde trabaja, en consecuencia “hoy por hoy muchos productores lecheros existen porque existe el Instituto Nacional de Colonización”, afirmó Viera. El aporte del INC también se expresa en los campos de recría y los bancos de forraje y granos que permiten ampliar el área del productor.

El dirigente de ANPL abogó para que el INC pueda hacer efectiva la compra de campos menores a 500 ha para ser distribuidos, principalmente, a jóvenes. Si bien “no es lo mismo ser un pequeño productor lechero hoy que hace 50 años” por los servicios que existen, “tambero no se hace sino que se nace de otro tambero” y “las ganas están” entre los jóvenes, mencionó Viera.

“En Maldonado la tierra es muy cara”, comentó Leonardo Machado, productor ganadero integrante de la Mesa de Desarrollo Rural (MDR) del departamento. La MDR de Maldonado está compuesta por productores familiares “los grandes ni se arriman a las instituciones”, reconoce Machado. Otra particularidad de la zona es la diversidad de producción que reúne a ganaderos (ovinos y bovinos), apicultores, productores de olivos, entre otros. El INC, según Machado, “ es una buena herramienta” ya que el precio de “la tierra en Maldonado no tiene techo”, aseguró.

Gregorio Aznárez: casa y tambo

El Instituto Nacional de Colonización proyecta una colonia lechera que combina el trabajo individual con el colectivo en Gregorio Aznárez, Maldonado. El predio, ubicado en el km 87 de la Ruta 9, contará con 18 fracciones lecheras y una granjera. El campo de Gregorio Aznárez, adquirido en 2012 por el INC luego de seis años de litigio, tiene todos los servicios instalados para la radicación además de la presencia de UTU y Centros MEC, en tanto las viviendas e infraestructura productiva son construidas por MEVIR. El llamado, con limite para inscribirse a fines de noviembre, prioriza a los productores familiares y asalariados rurales, menores de 40 años y con familia en desarrollo.

El Reglamento de Tierras y la ley de Colonización en retrospectiva

El presidente de la República, José Mujica, encargado de cerrar las actividades realizadas en el marco de los festejos por el bicentenario del Reglamento de Tierras, valoró las “ideas de vanguardia” de José Artigas y mencionó que el documento es “una cosa atípica en América del Sur” e incluso en América Latina donde “ninguno de los libertadores había pensado en la tierra”. Así mismo, el mandatario señaló que la ley de Colonización (n°.11 029) de 1948 es un “verdadero proyecto de país”. Ambos documentos fueron citados también por las autoridades que participaron en el Seminario Tierra y producción a 200 años del Reglamento Agrario Artiguista: Ariel Díaz, presidente de MEVIR; Jacqueline Gómez, presidenta del INC; y Tabaré Aguerra, titular del MGAP.

Si bien el proyecto de reparto de tierras “fracasó” con las posteriores “contradicciones” que llevaron a que “la tierras se distribuyeran entre los más ricos”,el presidente de MEVIR rescató el acento artiguista en “defender a los más humildes”.

Díaz, que leyó pasajes de la discusión parlamentaria de la ley n° 11 029, recordó que el INC surgió como “común denominador de la crítica realidad económica del medio rural” por tanto “es un instrumento muy válido que hay que reivindicar”, apreció.

A su turno, Gómez afirmó que el Art. 6 del Reglamento de Tierras “habla claro de a quienes priorizar” para el acceso a la tierra. La población “objetivo” del INC actualmente, que son los pequeños agricultores familiares y los asalariados rurales, “también se vincula” con la población priorizada por Artigas en 1815, estimó.

El documento artiguista, en su Art. 11, establecía obligaciones para quienes hicieran usufructo de las tierras; así mismo sucede actualmente con los colonos que establecen una “relación” con el INC, relató Gómez.

La tierra históricamente ha sido sinónimo de “riqueza y conservacionismo” expresó el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca. Antes de la primera mitad del siglo XX la producción estaba vinculada con la ganadería y la agricultura; posteriormente, el modelo que primó fue el industrial, por tanto se consideró “que no es posible el desarrollo a partir del agro”, relató Aguerre. En los últimos años la “transformación” en el agro, empujada por el contexto externo, “tiene consecuencias positivas y negativas, depende desde donde se mire”, describió.

“El recurso tierra está más lejos de quien no lo tiene y por otro lado aumentó la inversión, que termina en una mejor distribución” de la riqueza, consideró el ministro. La revolución “más potente” de los últimos años es “la valorización de la tierra”, aseguró Aguerre.

Heroísmo y sobrevivencia en 1815

“Artigas fue quedando solo” afirmó Mujica. La cuestión de la tierra como la planteaba Artigas incluso entre “los criollos que lo acompañaron con entusiasmo” significó “una herida profunda de vastos sectores 'propietistas' de la sociedad”, dilucidó el presidente. Es que la economía “existía en esa época” y “los hombres no solo se morían por heroísmo sino para poder sobrevivir” explicó Mujica.

La creación del INC está marcada por la “injusticia” y “la ilusión” ya que “le votaron la ley pero no los recursos” y el Instituto “quedó flotando a media agua”, la ley “era una exquisitez pero imposible ejecutarla”, apreció el mandatario. En consecuencia, el fracaso de la ley fue “un fracaso formidable del país” dado que “hoy seriamos un país de sólida clase media rural”, aseguró Mujica.

Según el presidente la sociedad actual es “tremendamente urbana” y parece haberse “divorciado” del campo por creer más en “la historia de los que tienen tierra” que no necesariamente es la “historia de los que vienen de la tierra”.

Si bien “es un error creer que lo que no se hizo en una época se puede hacer en otra”, hay que “pelear” para que a al peón “se le pague bien y se lo trate mejor”, instó Mujica.

La transformación del INC: más tierras y más colectivas

El INC tiene más 590 mil hectáreas afectadas a los fines de Colonización (Ley 11.029) en 18 departamentos, más de 312 colonias y 5100 colonos, e involucra a más de 20.000 personas del medio rural. Los emprendimientos asociativos son 134, participan 1905 productores y sus familias en 66.355 ha.

Entre 2010-2014 se incorporaron 51.751 ha, accedieron individual o grupalmente a la tierra más de 1500 familias, se generaron 78 experiencias colectiva -significan el 58% del total-, se entregaron más de una fracción por semana, más de 5 fracciones por mes e ingresaron 26 familias mensualmente a tierras del INC.

En los últimos 9 años el INC adquirió el 25% del total de las tierras que tiene en arrendamiento, desde su creación hace más de 65 años, fortaleciendo el concepto de que el Estado sigue siendo el mayor tenedor de tierras del país y es quien les brinda la oportunidad a las familias con mayor fragilidad social y productiva para que accedan a éstas.  

Fecha de última actualización: 17.01.2018