Vecinos de San Javier homenajearon al colono Carlos Jacina Leyba

El pueblo de San Javier inauguró un memorial, el 3 de mayo, en recuerdo al colono Carlos Jacina Leyba y, en su nombre, a todas las familias de origen ruso que sufrieron persecución, represión y privación de libertad en la dictadura cívico militar.

Carlos Jacina Leyba fue arrendatario de la fracción n.º 10, ubicada en Puerto Viejo, sobre el Río Uruguay, lugar al que arribaron los inmigrantes rusos en 1913. En 1980, Jacina es detenido por las Fuerzas Conjuntas y recluído en el Penal de Libertad. Basilio Jacina y María Antonia Leyba, padres de Carlos Jacina Leyba, vivían en la fracción, hasta que en 1982 son desalojados del predio.

En 1983, el INC remitió 108.602 pesos al Juzgado Militar de 1ra Instancia por concepto de reintegro por mejoras realizadas por Carlos Jacina Leyba, monto que nunca fue devuelto a su familia.

Con el fin de recordar el agravio que sufrió la familia Jacina Leyba, la Comisión de Vecinos de San Javier impulsó la idea de inaugurar un memorial en recuerdo y en representación de todas las familias descendientes de rusos que fundaron San Javier que sufrieron la persecución, represión y privación de libertad por parte de la dictadura cívico militar. La Comisión reunió las 300 firmas necesarias para la realización del proyecto y fueron presentadas ante el Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Luego, la propuesta se derivó a la Comisión de Sitios de Memoria a través de la Ley 19.641 y finalmente, la realización del memorial fue aprobada en febrero de 2019.

La inauguración del memorial comenzó con palabras del intendente de Río Negro, Oscar Terzaghi, quien comentó que “estamos haciendo un homenaje a Carlos Jacina pero en él, quizás un homenaje a parte de la historia de San Javier, esa historia que comienza por 1913 con la llegada de la inmigración rusa”. Terzagui, dio un emotivo discurso y recordó que “en aquella época tres condiciones convertían automáticamente a una persona en sospechoso para el régimen imperante: ser descendiente de ruso, ser colono y ser comunista... y en algunos casos alcanzaba con solo una característica, ser descendiente de rusos”. El intendente al cerrar su intervención aseguró que “hoy celebramos la democracia”.

Procedió la presidente del INC, Jacqueline Gómez, quien agradeció a los vecinos que hicieron posible la realización del homenaje y destacó que “estoy orgullosa por la oportunidad de que en tierras del estado uruguayo pueda existir un sitio de memoria para ser conscientes de que en el área rural ocurrieron un montón de barbaries y de despojos. Este memorial no saldría a la luz si no fuese por el trabajo, la historia y la memoria de las familias de esta zona” comentó.

Luego, la Comisión de Vecinos recordó a las primeras familias rusas que emigraron a Uruguay, entre ellos, a Basilio Jacina y María Antonia Leyba, quienes vivieron y trabajaron 58 años tierras de Colonización, hasta 1982 cuando fueron desalojados y el predio fue concedido a un vecino, ex militar retirado, sin reconocer las causas de desalojo de la familia Jacina Leyba. La Comisión afirmó que “hemos decidido impulsar este memorial para recordar el agravio histórico de la familia Jacina y a todas las víctimas del terrorismo de Estado en especial, a las familias de San Javier”.

La presidente de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH), Mariana Mota, estuvo presente y declaró que este sitio de memoria “recuerda una época de terrorismo de Estado, en donde los derechos humanos fueron violados de forma masiva por el solo hecho de pensar diferente”. “Señalizar lugares claves en donde se violaron los derechos humanos es una función que tiene esta comisión con el fin de contar a las nuevas generaciones lo que pasó en nuestro país para que nunca más haya terrorismo de Estado” argumentó Mota.

Vecinos y amigos comentaron anécdotas de la familia y Emilio Belokon dedicó un poema de su puño y letra a Don Basilio que emocionó a los presentes.

Para finalizar, el escultor y vecino de San Javier encargado de realizar el memorial, Wilson Bueno, cerró la actividad y expresó que “estoy feliz y orgulloso de poder dar mi humilde aporte a esta familia, porque son parte de la historia de Uruguay”.

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